Vivimos en una era donde la tecnología es parte de nuestra vida cotidiana y estamos expuestos de forma constante a luces artificiales provenientes de lámparas, pantallas de computadoras, televisores o teléfonos.
Sabemos que pasar mucho tiempo frente a estas fuentes de luz puede traernos como consecuencia problemas oculares como “vista cansada” pero, ¿tiene algún efecto en nuestra piel?